Aunque hace pocos años parecía lo contrario, las compañías están retomando su enfoque hacia el personal porque, a pesar de los avances de la tecnología, es el capital humano quien hace funcionar el negocio. Se realizan cada vez más esfuerzos por tener colaboradores felices y comprometidos con la empresa, pero sobre todo, que disfruten lo que hacen y cumplan sus metas personales. ¿Y cómo encajan en esto los viajes de incentivo?
Los viajes de incentivo, como su nombre lo dice, están diseñados para estimular la productividad de los empleados y obtener mejores resultados. Se trata de ganar-ganar, pues ambas partes sacan provecho de esto. A continuación le presentamos algunas ventajas de incluirlos en su programa de beneficios:
Los viajes de incentivo mejoran la relación entre compañeros
Le recomendamos otorgar este tipo de viajes en grupo. Individualmente también es bueno porque el colaborador premiado lo disfruta, pero al hacerlo, usted está perdiendo la oportunidad de que se estrechen lazos con otros compañeros con actividades de integración, de una forma diferente a lo que pasa dentro de la oficina. Se sorprenderá al ver cómo después de esta experiencia, las personas se comunican mejor en el trabajo.
Reconocimiento vivencial sobre lo económico
Seamos honestos… cuando de manera constante usted otorga bonos y compensaciones, la gente se acostumbra y deja de valorarlos como le gustaría. Un viaje de incentivo puede ser la solución porque es una experiencia que jamás se olvida. Procure no repetir destinos y si lo hace, incluya tours y actividades diferentes en cada ocasión. ¡El factor sorpresa hace la diferencia!
Adiós al estrés por un rato
Hay algo que pocos notan: los viajes de incentivo cuentan como días trabajados porque son independientes a las vacaciones de ley. ¡Son una oportunidad de que los participantes despejen la mente y se olviden del estrés de sus funciones en la empresa! Eso sí, procure darles un día adicional al regresar a casa para descansar y atender asuntos personales. Verá sonrisas en sus caras que se traducirán en mayor productividad.
Los viajes de incentivo contribuyen al branding
Los colaboradores hablarán bien de la empresa y responderán cosas positivas en las encuestas de clima laboral. Además, los proveedores de los servicios de hospedaje, transportación, banquetes, tours y demás, compartirán con sus conocidos la forma tan interesante en la que usted consiente a los empleados de su compañía. Es una estrategia de branding a pequeña escala, pero con un gran impacto en la reputación.
Hay muchos otros beneficios de los viajes de incentivo que nos faltaron describir, como la conservación de los mejores talentos y una mayor motivación. ¿Qué otro agregaría? Déjenos saber sus comentarios y enriquezca nuestra lista.